Fracturas de la Órbita

Las fracturas de órbita son roturas que se producen en los huesos que rodean a los ojos.

Existen dos tipos:​

Fracturas del reborde orbitario, que implican la ruptura del borde de la órbita Fracturas tipo Blow-out, que afectan sólo a una pared interna o al piso de la órbita y mantienen un borde sano Las fracturas de la órbita son completamente diferentes de las que pueden sufrir una mano o una pierna. La diferencia fundamental es que los huesos que rodean a los ojos sirven como soporte de las estructuras y músculos que accionan los ojos, pero no tienen movimiento.

Síntomas​

Las fracturas de la órbita pueden producir como síntomas:
Visión doble
Hundimiento del ojo
Dolor en los movimientos oculares
Anestesia o disminución de sensibilidad en la mejilla y los dientes.

Visión doble​

La visión doble se produce cuando un músculo que mueve el ojo queda atrapado dentro de la fractura y esto impide su movimiento. Esto es muy frecuente en niños pero muy improbable en adultos. Es importante realizar una reparación rápida de las fracturas en los niños, para liberar el músculo atrapado. Si se demora en realizar la reparación, los músculos y la grasa orbitaria pueden dañarse por la compresión de los huesos y la intervención quirúrgica tiene menos probabilidades de corregir la visión doble.

Hundimiento del ojo (enoftalmos)​

El hundimiento del ojo o globo ocular se denomina “enoftalmos” y se produce cuando los huesos fracturados hacen que el volumen de la órbita aumente en forma considerable. En los primeros días posteriores a un traumatismo suele haber edema dentro de la órbita y el grado de hundimiento puede no ser apreciable en toda su extensión. Afortunadamente, las tomografías de órbita ayudan a evaluar el grado de compromiso y a prever si una persona tiene posibilidades de desarrollar un enoftalmos significativo. Aproximadamente, un 50% de las fracturas no produce visión doble ni enoftalmos de importancia y, por ende, no necesitan ser reparadas quirúrgicamente. Solamente será aconsejabe administrar antibióticos y evitar los esfuerzos a fin de conseguir la cicatrización espontánea. Dolor en los movimientos oculares Ocasionalmente los músculos atrapados dentro de una fractura pueden producir dolor con los movimientos, otra situación característica de los niños.

Anestesia o disminución de sensibilidad en la mejilla y los dientes​

El nervio infraorbitario es el que lleva la sensibilidad de la mejilla y los dientes. Este nervio transcurre por el piso de la órbita por un canal que suele estar involucrado en las fracturas. Esto produce un traumatismo del nervio. Usualmente existe una recuperación espontánea de la sensibilidad luego de algunas semanas o meses.
¿En qué consiste la operación?
Se basa en elevar con extremo cuidado los contenidos de la órbita que se han desplazado, y colocar una placa para reemplazar el hueso roto. Cuando hay una fractura del reborde orbitario, es necesario el implante de tornillos y microplacas de titanio.
Se puede acceder a la totalidad de los huesos orbitarios a través de incisiones ocultas dentro del párpado, es decir, por la conjuntiva. Esto evita la aparición de cicatrices.
Siempre existe la posibilidad de que un material extraño o un injerto pueda infectarse. Afortunadamente, ese riesgo es sumamente bajo –menor al 1%– gracias al uso de antibióticos durante la cirugía, y al uso de técnicas quirúrgicas estériles.
Es excepcional que se retire una placa orbitaria. Ésta se incorpora a los tejidos ya que las arterias y venas crecen en su interior, pasando a formar parte del cuerpo. En niños y, a veces, en adultos, pueden usarse placas reabsorbibles: pasados varios meses, son desintegradas por el organismo.
Estas fracturas deben ser reparadas cuando están desplazadas de su posición. Esto se advierte mediante la palpación de un escalón o resalto, o mediante una tomografía computada. Usualmente se utilizan microplacas de titanio con pequeños tornillos, que permiten alinear y fijar los fragmentos de los huesos fracturados.
La única indicación de reparación urgente es la fractura tipo “trapdoor” que ocurre en niños cuando un músculo queda atrapado dentro de la fractura. Cuanto antes se solucione, mejor. En el resto de los casos no existe urgencia, y puede esperarse hasta que disminuya la inflamación o puede inclusive realizarse en forma diferida si aparecen secuelas (hundimiento ocular).

ANTES Y DESPUÉS

caso 1

PRE:

Paciente con fractura trapdoor o atrapamiento, que presenta imposibilidad de mirar hacia arriba con el ojo izquierdo y visión doble permanente.

POST:

Luego de una cirugía urgente, la paciente recobró el movimiento completo y corrigió su visión doble.

caso 2

PRE:

Este paciente presentaba el antecedente de un accidente en moto contra una pared, 9 años atrás. Había sido atendido y operado en un país limítrofe. Se presentó con marcado desplazamiento inferior del globo ocular izquierdo e imposibilidad de mirar hacia arriba. La TC de orbita mostraba un cuerpo extraño grande, ubicado por encima del ojo.

cirugía:

Se realizó una incisión en el pliegue del párpado superior y se extrajo el cuerpo extraño que resultó ser un fragmento de azulejo que aún conservaba la pintura en uno de sus lados.

post:

La recuperación fue muy favorable tanto en la posición del ojo como en la elevación del párpado.
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