Toxina Botulínica
Dentro de los fines médicos las 2 indicaciones más comunes son el blefaroespasmo benigno esencial, es una enfermedad en la que se produce una contractura involuntaria de los ojos, y los pacientes presentan cierta incapacidad para abrir los ojos con esta enfermedad. El objetivo de la aplicación de toxina botulínica en estos casos es el de permitir que los pacientes puedan abrir sus ojos y desempeñas sus tareas en forma normal. Otras de las indicaciones médicas es el hemiespasmo facial por el cual se produce algo similar a un tic con el cual el paciente presenta contracciones involuntarias de la mitad de la cara. La toxina botulínica utilizada correctamente permite minimizar este inconveniente. Los usos cosméticos o estéticos de la toxina botulínica se concentran en la mitad superior de la cara.
Esa región tiene 3 zonas donde habitualmente es posible utilizar la toxina en forma segura. Una es las llamadas partas de gallo, arrugas que se producen en los costados de los ojos por acción de los músculos que cierran el ojo y que se da característicamente con la sonrisa. La aplicación adecuada en esa región permite disminuir la contracción de ese músculo y reducir la cantidad de arrugas. Lo mismo se utiliza en la zona de la frente y en la zona del entrecejo. Además de disminuir arrugas el uso adecuado de toxina botulínica permite dar una distinta forma y altura a las cejas para favorecer un mejor resultado estético. En la mitad inferior de la cara puede utilizarse para suavizar los famosos pliegues de marioneta que se producen a los costados de la boca, para suavizar algunas arrugas de los labios, pero como dije antes, su uso más habitual es en la región superior de la cara.